Tú estiras los brazos de frente
muy estirados y firmes hacia adelante
entonces yo pongo mi pecho en tus manos
y me pides: abrázame
Pero es imposible que yo te abrace,
porque tus brazos están estirados: deteniéndome.
Y tú no quitas los brazos y quieres que te abrace.
No hagas eso que yo no te lo haré
ése es el límite
ningun otro
cada cual decide hasta dónde llegar.
Y si quiere o no ser abrazado.
Cuidado tirano

que el tropiezo que creerás fue la cerámica rota

será el más merecido charchazo

que pueda darte la pacha mama.
Yo no sé con certeza qué hacer
cuando al barrer mi patio encuentro un caracol muerto.
Considero que la velocidad de la caída del molusco es directamente proporcional
al daño que el impacto pueda causar en el suelo
y que nadie me negará tal travesía.

Lo que falta es comprobar
si acaso cuando el cascarón crugió bajo mi pie
el crimen había sido ya cometido.

La muerte y la escoba se complementan.
Puedo tolerar que no me quieras. Pero no que no me quieras diciendo quererme.

No me Traslapas.
Antes de dormir
recordé la sensación
de tu boca en mi sexo

Proyección dramática de

Kala


Mía
Quisiera llamarte y quisieras contestarme
que al oír mi voz acudieras a mi rastro,
porque yo lo hago
si tú me llamas.

Fueras la continuación de mis huesos
una cadena interminable que sujete el mundo entero.

Yo quisiera que me amaras
como dijiste querer amarme
y te lanzaras al vacío
sujeta a mi cuerpo.

Yo no sé el significado de tu silencio
debiéramos descifrarlo juntos.